Para ser honestos, éste lugar no lo había escuchado nombrar nunca, aunque tampoco es muy difícil, ya que soy bieeeeeeen ignorante la verdad. Con Andrés estábamos bien entusiasmados en bajarnos y conocer, no teníamos idea de cómo sería, es mejor ir sin expectativas a un lugar… puede sorprenderte todo. Igual habíamos leído cosas que se podían hacer en Kotor y lo único que se me quedó grabado fue….RISOTTO NEGRO.
El capitán del barco había dicho que nos levantáramos temprano y disfrutáramos de la entrada a Kotor, ahora que veo el mapa entiendo por que jajajajajjaajjajajajja.

Kotor está ubicado en el mar Adriático al final de una bahía conocida como «Bocas de Kotor», ésta bahía es bien cerrada, ya que corresponde al antiguo cráter derrumbado de un volcán, por eso se explica la geografía del lugar y que esté rodeado de grandes montañas.

Claramente no nos despertamos taaan temprano para ver toda la entrada, pero si logramos ver la última parte de la llegada a la bahía de Kotor, parecía un lago, muy tranquilo y un silencio exquisito, les dejo las fotos para que se maravillen solos.







Desde el barco se podía apreciar lo hermosa de la ciudad (después del Andrés por supuesto), es increíble que en la inmensidad de las montañas encuentres monasterios e iglesias tan lindas y conservadas, por ésta y otras razones es que Kotor fue considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Esta vez para mi sorpresa no habíamos tocado puerto, por lo que tendríamos que bajar en los «tenders» ó barquitos que te llevan a la orilla, no me quedó otra que hacerme la valiente.. OTRA VEZ y con la cara llena de risa ir a buscar los tickets para bajar a puerto.
Mientras esperábamos nuestro turno para bajar a Kotor, aprovechamos de tomarnos fotos y tomar fotos panorámicas del lugar.



Entre las cosas que compré especialmente para el viaje, fueron unas poleras cómodas con diseño para combinar fácilmente, la verdad es que poco me había fijado en lo que decía la polera…con tal de que no dijera (p*%! pal que lee) alguna ordinariez en cualquier idioma, estábamos al otro lado. La cosa es que la polera que usé ese día tenía una frase que decía «Ya soy famosa», lo traduje para los amigos que no saben inglés jajajajajajajjajajajj como la vieja del Kiosko en Corfu (entrada del blog anterior, si no lo leiste pincha acá) y para que vean que uno compra cualquier tontera, los abuelitos me tiraban tallas diciéndome que en qué cosa era yo famosa. Al principio pensé que tenían demencia senil, pero después de la 4 talla me pregunté por qué miechica me preguntaban lo mismo los abuelos y cuando pasé al baño recién entendí… eso sí, la cara de viva que les ponía a los abuelos que me preguntaban y yo solo sonreía como tonta no me la quita nadie.

Entre tanta foto que nos tomamos y los abuelos preguntándome que por que era famosa.. nos tocó bajar a los botecitos. Hay que dar gracias que los botes, eran tipo «catamarán» porteño, no eran muy elegantes, pero eran mas grandes que bote pescador. Después de mi última experiencia en un bote viajando con mi mamá y hermana en el lago General Carrera en Coyhaique quedé traumatizada y no he querido volverme a subir a algo parecido, pero no podía mostrar la hilacha… no llevaba un mes de matrimonio y ya me estaba poniendo como vieja ataosa (cualquier cosa menos vieja!), así que me encomendé hasta con el profeta de peñalolén para que no nos pasara nada y como dice la Tía Yoli…QUE NOS VAIGA BIEN!.
Las fotos que se ven a continuación fueron tomadas por Andrés, yo me encontraba ocupada aferrándome al bote.





Al llegar al puerto nos sentimos unos verdaderos Rock Star, había mucha gente en la salida que querían hablar con nosotros…eran los vendedores de tour jajajajjajajajaja, así que intentamos hacer el menor contacto visual con ellos y apurarnos para que no nos siguieran insistiendo.
Lo primero que te topas al salir del muelle es la enorme ciudad amurallada de Kotor, tuvimos que parar un rato para poder contemplar la inmensidad, porque de verdad la foto por muy buena que sea ni el mejor fotógrafo del mundo podría capturar la belleza del lugar.

Para entrar a la ciudad puedes hacerlo por cualquiera de las tres entradas medievales, nosotros ingresamos por la principal y una vez que ingresamos, fue como si nos hubiésemos transportado en el tiempo. Las calles eran angostas y con toques Venecianos (le di color, esto sólo lo menciono porque escuché a una señora de un Tour decirlo… tour por el que no pagamos, pero si nos colamos a escuchar lo que decían).











La ciudad es bastante pequeña, por lo que la recorrimos completa en poco tiempo y en una de las calles en que nos perdimos encontramos la Catedral de Trifón, ésta es una de las dos Iglesias Católicas que hay en Montenegro, el resto de ellas son Ortodoxas, lo único malo es que había que pagar para entrar, así que encontramos que se veía bien desde afuera jajajajajajajajajaj.

Montenegro tiene la particularidad de poseer una Iglesia con dos altares, uno Católico y uno Ortodoxo, no pudimos tomar fotos porque no estaba permitido, pero la Iglesia se llama «San Lucas».
Cuando llegamos a Kotor a lo lejos divisamos una Iglesia y estaba claro que el Andrés iba a querer subir el cerro para verla, así que yo me puse las chalas más incómodas que llevé al viaje para subir…EN QUÉ ESTABA PENSANDO!!!. A pesar de las chalas incómodas, PERO LINDAS, las ganas de conocer el Castillo de San Juan era mayor, así que empezamos a subir el cerro de más de un kilómetro de piedras, muros y gatos.
Valió la pena TOTALMENTE subir, porque las vistas que te encuentras en el camino son maravillosas. Nosotros llegamos a la primera parada en donde se encuentra la Iglesia Ortodoxa Nuestra Señora de la Salud, es increíble que hayan construido esta iglesia a espaldas de la ciudad de Kotor y con tal difícil acceso, porque sólo puedes llegar a pie por la pendiente rocosa en forma de zig zag, pero si yo pude… todos pueden.










En la ciudad entramos a una tienda que tenía en su vitrina una cantidad enorme de cosas preciosas de navidad, pesebres, bolas de nieve, figuras del viejo pascuero, entre otras. Nos llamó la atención una cruz muy bonita, así que la compramos para nuestro hogar. Otra cosas que nos llamó la atención fue que habían muchas figuras de gatos, así que preguntamos y la persona que nos atendía nos contó que la gente de Kotor los trataba con mucho respeto, ya que antiguamente se creía que los habían salvado de la peste negra por tener algún grado de «divinidad», sin embargo fue por que cuando llegaban los barcos traían con ellos plagas y enfermedades en los ratones, los cuales los gatos se comían y por esta razón la gente no se enfermó, desde entonces que crían muchos gatos y los tratan con mucho mucho respeto…. loco no?

Camino a la plaza, nos topamos con esta iglesia San Nicolás, es el templo Ortodoxo más importante de la ciudad y es realmente bonito, para tener tan pocos habitantes Montenegro tiene demasiados templos.

Después de los souvenirs estaba FAMÉLICA, necesitaba comer alguna cosa, así que nos fuimos a la plaza de Kotor para buscar algún restaurant y probar el risotto negro.
Andrés claramente se pidió el risotto, como a mí no me gustan los mariscos (la peor porteña del mundo) ni el risotto , él era el encargado de probar todo lo nuevo, yo en cambio casi que pedí menú de niños… papas fritas con distintos tipos de carnes. Vale la pena comer el risotto?… yo creo que si, es algo nuevo y característico del lugar, ahora… es rico?, según Andrés no es malo, pero tampoco es algo extremadamente rico.
Lo único malo es que las bebidas son enanas, casi parecen de juguete, así que tengo que esperar a llegar al barco para hidratarme decentemente, porque no hay bolsillo que aguante comprando tanta bebida de bolsillo, de verdad que son muy chicas.
Antes de volver al barco, obvio que no podía faltar un heladito para cambiar el sabor.
RECOMENDADO #1 : Visitar el Fuerte San Juan.
La entrada a la Fortaleza de San Juan cuesta 8 euros por persona y lo pagas ahí mismo.

RECOMENDADO #2 : Visitar la Iglesia Nuestra Señora de la Salud.
La Iglesia se encuentra a mitad de camino hacia el Castillo de San Juan en la Fortaleza del mismo nombre, para llegar a la Iglesia debes recorrer 400 mts con una pendiente de 27º, camino rocoso y en zig zag. Es recomendable ir con buenas zapatillas, agua y gorro. Para llegar al Castillo desde la Iglesia son unos 900 mts adicionales.
RECOMENDADO #3 : Visitar la Torre Kampana
Es gratuito, queda un poco antes de entrar a la Fortaleza y es muy lindo.

RECOMENDADO #4 : Comprar algún recuerdo.
Si bien es un destino hermoso, no creo que es un lugar al cual volvería en algún corto tiempo.

En resumen…KOTOR ha sido el mejor lugar del viaje en el que hemos estado y creo que está en mi top 2 de la lista de lugares del mundo (eeeeeeessssha la viajera), vale la pena totalmente venir a éste lugar, es como viajar en el tiempo y lo mejor es que no hay asiáticos así que todo es mucho más tranquilo. En cuanto al tiempo, para nosotros estuvo bien, sin embargo dicen que ver el atardecer desde el Castillo de San Lucas es una de las cosas más lindas que hay, para ello debes tener tiempo y estado físico, porque te encargo la subiiiiiida.
Fue un agrado pasar por esta ciudad y claramente la recordaremos como uno de los lugares más bonitos que hemos visitado y porque el idioma oficial es el Montenegrini, el cual claramente nos causó mucha risa.
Cariños,
Fer.
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