Antes de visitar este lugar no tenía idea de que existían dos barrios italianos en Manhattan. Claramente la más famosa o la que yo había escuchado nombrar es la que se encuentra en el downtown de la ciudad. Este barrio fue por mucho tiempo un sector en donde la mayoría eran inmigrantes italianos e italoamericanos quienes mantenían el estilo de vida y las costumbres de Italia en los Estados Unidos, sin embargo hoy este barrio sólo contempla 3 cuadras, ya que ha sido absorbido mayoritariamente por la población de Chinos que han inmigrado a Manhattan desplazando a la gran mayoría de los Italianos que residían y tenían sus negocios en el lugar.
Así que cuando Andrés me comentó sobre este otro barrio italiano lo primero que dije fue «hagamos un paseo para conocerlo», pero al estar ubicado en el Bronx lo primero que se te viene a la cabeza es…. Dónde habrá vivido JLO? y lo segundo es si es un barrio seguro, ya que en la películas siempre hablan del Bronx como si fuera lo peor de lo peor.
Me puse a investigar un poco, la verdad que si hay lugares que son peligrosos, te recomiendan evitar en ciertos horarios, pero este lugar es un sitio tranquilo y muy visitado, por lo que no hay problemas en ir durante el día, aunque siempre hay que estar atento.
Andrés organizó un paseo con su tío que vino a visitarnos unos días y cuando llegaron a la casa venían contentos, trajeron incluso condimentos para salsas y un tipo de salame de lo más rico, así que como mi papá llegaba en un par de días… obviamente organizamos un paseo
El sábado nos levantamos temprano y tomamos un desayuno «ligero» porque sabíamos que los platos para el almuerzo eran grotescos jajajajajajja, lo cual era perfecto para nosotros.
Lo primero que hicimos fue encontrar la mejor ruta para llegar al barrio «Belmont» en el Bronx, además de encontrarse el barrio italiano es un barrio residencial tranquilo, con pequeño comercio, ambiente estudiantil ya que cerca se encuentra la Universidad de Fordham.

Para llegar nuestra opción fue metro y caminar, así que tomamos la línea 4 del metro y nos bajamos en la estación de Fordham Road. Desde este punto, caminamos hasta la calle principal o la calle en donde encuentras las mayoría de los locales comerciales (app 20 min). Te recomiendo partir desde la Arthur Avenue con la intersección de la calle 187.

Mientras caminábamos hacia Belmont mi papá iba maravillado con las edificaciones, los lugares y la vida del barrio.

Sin embargo de un momento a otro cambió el panorama y nos dimos cuenta de que todo indicaba que estábamos en el barrio italiano. Las calles, las casas y los locales comerciales, estaban llenos de adornos… partiendo por los colores de la bandera.

Una vez acá nos dimos cuenta de que lo que nos habían contado era cierto, los fines de semana el barrio adquiere un encanto especial, ya que se además de los vecinos del sector que hacen su vida de barrio, muchas personas vienen de visita, por lo que en las calles hay mucha vida y movimiento.

La cantidad de negocios de pasta o abarrotes italianos es bastante, sólo para conocer que vendían entramos a casi todas. La gran mayoría era atendida por los dueños de origen italiano y otras por descendientes que se encargan de conservar las tradiciones italianas, sobre todo de la elaboración de pasta casera.

Andrés en su visita anterior a este lugar había comprado una especie de salame salchichón cervecero…… DE LOS DIOSES GRIEGOS, yo en mi condición de embarazada no puedo comer muy seguido este tipo de alimentos, pero con la buena cara que traía ese salame fue imposible no probarlo, así que ahora iba con la determinación de comprar un kilo y comermelo sola en la casa a escondidas jajajajajjajajajajajaj.

Entramos a esta carnicería/almacén ubicado en la calle principal para abastecernos de todo lo que nuestros ojos encontraran apetitoso, para mi mala suerte se había acabado el salame que estaba buscando, pero tal como en los almacenes de barrio el carnicero nos dio a probar de todo lo que tenía, finalmente terminamos llevándonos una opción similar y un par de cosas extra.
Llegada la hora de almuerzo ya sabíamos a que local debíamos ir, ya que nos lo habían recomendado. Lo característico del lugar es que es atendido por italoamericanos, se paga en efectivo, son mesas compartidas (estilo mesa te club) y NO HAY MENÚ, sólo te dan un par de opciones para el almuerzo.

Con más apetito que ganas de vivir, me senté en la mesa a esperar que el mesero viniera a decirnos que había para el almuerzo y mientras llegaba nos llevaron unos trozos de pan rebanado, aceite de oliva, pimienta y mantequilla…. la versión italiana del pan con pebre y mantequilla que tenemos nosotros en Chile.

Entre el embarazo y la caminata me comí casi la mitad del pan, pensando que los platos eran grandes, pero nunca tanto como me lo imaginé…. así que si usted va a visitar este local, no se llene de pan que los platos son generosos.
Nuestras opciones fueron las siguientes:

Lasaña boloñesa, Ossobuco con canutones y Ravioles con ricotta y salsa boloñesa… mientras escribo este post ni les cuento el apetito que se me abrió con solo mirar las fotos.


Mi papá que es mañoso selectivo con sus comidas quedó contentísimo con todo, genuinamente le gustó, lo cual para mi fue lo máximo porque sé lo exigente que puede ser y la verdad es que no había por donde con este local porque la comida fue EXCELENTE. Totalmente recomendado y desde ya dejamos claro que cada visita que venga su pago será invitarnos a comer a este lugar, ya lo decidimos jajajajajjjajajajaja.
El restaurant está ubicado en 2335 Arthur Ave (mapa), el día martes es el único día de la semana que no atienden y abre sus puertas todos los días a las 12.00 PM… ojo sólo se puede pagar en efectivo.
Para terminar el paseo por el barrio decidimos darnos una última vuelta, sin embargo el frío para mi fue mucho y después del almuerzo quería pegarme una siesta, así que quedó pendiente visitar el mercado que quedaba por ahí cerca, pero estoy segura que para la próxima visita es un lugar al que quiero ir si o si.
Cómo visitar este barrio e irnos sin haber probado sus dulces, por lo que a un par de locales más adelante encontramos esta pastelería y mi opción fue un helado de chocolate belga con almendras…. el tamaño fue el indicado, porque después de semejante almuerzo no tenía tanto espacio como creía para seguir comiendo jajajajajjajaj.

Sin duda fue una visita de las mas gratas que he tenido en los barrios de la ciudad de NYC, diferente a la otra little italy ubicada en Manhattan y por lejos más parecida a un barrio italiano.

Les recomiendo si o si hacer este paseo para aquellos que no quieren solo conocer los lugares turísticos más famosos de la ciudad, créanme vale la pena.

Cariños,
Fer.