Después de varios meses sin escribir, hoy a casi 4 meses de haber tenido a mi primera hija y el primer día de vuelta a la oficina de mi marido, me quedé pensando en todo lo que fue el proceso del embarazo, el nacimiento y los primeros meses como madre primeriza viviendo una pandemia, lejos de la familia, sin vida social y en otro país.

Al saber que esperaba a Rafaella decidimos ir a un doctor para confirmar la noticia y saber qué hacer porque no teníamos idea de NADA. Así que pedimos una hora con un ginecólogo y partimos los dos con una sonrisa de oreja a oreja a ver que nos decía, lamentablemente salimos tristes y preocupados de la consulta, la experiencia fue totalmente fría, distante, muy técnica y no nos pudo confirmar el embarazo porque no veía nada en el útero. Después de varios exámenes y visitas al doctor supimos que no había nada extraño, que todo estaba bien y que solamente era que el embarazo estaba recién recién comenzando, por lo que por esa razón no se veía nada aún y el doctor había decidido estar 100% seguro para confirmarlo….entendible, pero fue un stress innecesario sobretodo para unos padres primerizos.

EMBARAZADA!!!

A las pocas semanas de confirmar el embarazo hicimos un viaje express a Chile y con tan solo 10 semanas decidimos contarles a la familia, sabíamos que por lo general se recomienda esperar un tiempo antes de confirmar el embarazo, pero con mi ansiedad era imposible, además yo quería estar con todos cuando les diéramos la noticia para sentir el cariño…. se podrán imaginar la alegría de todos al saber que estábamos esperando a nuestro primer bebé y al primer nieto por ambos lados.

Debo decir que fue un embarazo delicioso, no tuve los típicos malestares, subí los kilos justos y necesario, mis antojos fueron ensaladas y sandía… la MAYOR PARTE DEL EMBARAZO porque al final me dieron unos antojos dignos de depresión por haber terminado con un ex pololo…. mi desayuno consistía en Waffles con nutella y crema de chantilly jajajjajajajaajajjaja lo leo y me da diabetes.

Mi desayuno

Una vez de vuelta a USA y con más de 12 semanas decidimos cambiar de médico pensando de que quizás fue mala suerte que nos tocara un doctor así y no algo de la cultura americana, cuando conocimos a nuestro nuevo doctor (Steven Hockstein) fue amor a primera vista, es lo más simpático y amoroso del mundo, siempre fue muy amable en contestar todas las preguntas y explicarnos tooooodo, además de recibir en su oficina a casi toda la familia cuando teníamos controles jajajajajajajajaja. Este doctor me lo recomendó una amiga y fue por lejos la mejor recomendación que recibimos.

Mi médico me recomendó descargar una aplicación («What to expect») para ver cómo evolucionaba el bebé.. el típico que va semana a semana indicando de qué porte de fruta es tu guagua, así que semana a semana metale mandando actualizaciones a la familia y era como la teletón.. todos expectantes a ver cuando había crecido en una semana, que fruta era, cuales eran los desarrollos que se esperaban para esa etapa y así fue todos los jueves por 39 semanas.

Grupo Familiar.

Entre tanta cosa encontré un blog y como estaba sola, lejos de mi familia y sin amigos (awwwwwwww so sad) decidí escribir para ver si habían algunas otras mujeres que estaban en la misma situación que yo y que quisieran juntarse a tomarse un té o algo así, la cosa es que me respondieron varias, sin embargo la primera salida que tuvimos solo fuimos 3 y desde ese día no nos hemos separado y no nos juntamos con nadie más jajajajajajajajjjaj REAL.

Las tres somos de países distintos, a pesar de tener que comunicarnos en un idioma que no es nuestra primera lengua (excepto para Katie) nos entendemos perfecto, sobretodo el humor negro que tenemos en común. Vivimos a un par de cuadras de diferencia, las tres éramos mamás primerizas, nuestras fechas de parto estaban cerca, nuestros bebés son de sexo femenino y ninguna de las 3 estaba trabajando, por lo que teníamos muuuucho tiempo libre.

Comenzamos a frecuentarnos casi todos los días, a caminar, comer y entre tanta cosa empezamos a leer mucho sobre el parto, muchas cosas nunca antes las había pensado siquiera y otras nunca las había escuchado, así que fui aprendiendo de mis amigas y de lo que fui leyendo.

Foto de HD: Katie y Rima

Una de las primeras cosas que me llamó la atención es que acá a pesar de tener un ginecólogo de «cabecera» la mayoría trabaja con un equipo, por lo que el día de tu parto va a tocarte el médico del equipo que está de turno, la cesárea es considerada solo de emergencia por lo que no puedes planificarla, no tienes permitido tomar fotos o grabar durante las ecografías o en las consultas, tienes a lo más 4 ecografías (igual depende del médico) si tu embarazo es normal, no hay controles hasta casi el final del embarazo y lo mejor es que tienes muchas muchas cosas PRÁCTICAS de regalo para tu postparto y para el bebé por parte del hospital, además es obligación salir del hospital con la silla de guagua y te hacen un mini curso obligatorio de cuidado del bebé antes de darte el alta.

Uno de los tantos PROS de estar lejos y de la cuarentena, fue no tener las típicas conversaciones con las mujeres adultas dándote los consejos más absurdos y retrógrados de la vida, los sobajeos sin permiso a tu panza o los comentarios de que «estás bien gordita», preguntándote cuántos kilos has subido, como piensas bajar los kilos demás o cuando se viene la segunda guagua…. que cosa más desagradable la verdad, porque desubicados hay por montones y la mentira más grande que te van a decir es «APROVECHA DE DORMIR AHORA ANTES DE QUE LLEGUE LA GUAGUA«, cuando en realidad uno duerme como el loli antes del parto….. me daban ganas de despertar a Andrés en la noche para que hiciera causa común conmigo, pero después de verlo durmiendo al borde de la cama con una pierna colgando por la cantidad de almohadones que necesitaba yo para dormir más cómoda, sentía que la balanza estaba equilibrada jajajajajajajajj, porque dejame decirte que me faltó pedirle hasta al vecino cojín para ponerme.

Sesion de fotos en la casa

Durante el mes de Febrero mi papá vino de visita, yo estaba con un poco más de 4 meses de embarazo y esa fue la última visita que tuvimos (básicamente el último contacto con alguien). Mientras él estuvo acá recién había comenzado la infección en China, aún no se catalogaba como Pandemia, pero sabíamos que en New York al ser un lugar tan transitado por viajeros, estaba la posibilidad de que llegara, por lo que decidimos comprar mascarillas y guantes, solo por precaución pensando en que podía contagiarme estando embarazada, sin embargo no sabíamos que dos semanas después de haberse ido mi papá de vuelta a Chile iba a comenzar nuestro encierro.

Papá y yo paseando por el río Hudson.

El último día de la visita de mi papá justo teníamos agendada una ecografía, así que él no podía estar más ansioso por compartir este momento, además… hay que decirlo, yo soy su preferida jajajajajajajajjaja, por lo que la emoción era TRIPLE. La cosa es que ahí estábamos en la consulta del doctor; Andrés, mi papá, sus maletas, yo y la doctora, empezó la ecografía y todos veíamos la pantalla como si supiéramos algo de lo que se veía, pero cachando huevo, mi papá hablando y preguntando cosas es su inglés básico, yo tratando de cachar si las mediciones eran normales, hasta que la doctora dice que no puede medir algo importante porque el bebé no se gira…… que me dijeron, casi me dio un ataque de llanto, me pasé cuánta película pude en ese rato, mi papá quería saber qué pasaba, yo no quería hablar, Andrés no entendía nada, además mi papá se tenía que ir solo al Aeropuerto y ya era la hora, la guagua no se movía…… AY DIOH MIOH. Pararon el examen para darme azúcar y ver si se activaba Rafaella y ahí esperamos un rato, mientras la doctora se puso a leer un documento en el computador que…. claramente los tres nos pusimos a sapear pensando que podía estar relacionado con que el bebé no se moviera, mi papá me tenía básicamente neurótica porque por poco estaba respirándole en la oreja a la doctora por tratar de ver que estaba leyendo, más encima en un idioma que no entendía… cuento corto, mi papá se tuvo que ir al aeropuerto sin saber que pasaba, pasaron unos 5 minutos y la Rafi comenzó a bailar jajajajjajajajajajaj, así que creemos que estaba cohibida por la visita del abuelo y finalmente el examen salió perfecto.

Rafi bebé

Con mis amigas nos organizamos para hacer una sesión de fotos antes de tener a nuestros bebés y yo FELIZ, porque me encanta la fotografía y además así me servía para practicar y tener lindos recuerdos. Nos juntamos en el rooftop de mi edificio que tiene un espacio abierto bien grande y además tiene vista hacia Manhattan y como era día de semana estaba vacío, lo teníamos solo para nosotras, así que tuvimos todo el tiempo del mundo para tomarnos las fotos y volverlas a tomar si es que salíamos mal… porque estaré embarazada pero igual nadie quiere salir mal jajajajajajajjajajajajaja. Nuestra idea era tomarnos fotos también con nuestros maridos, pero cuando por fin coordinamos una fecha comenzó el encierro obligatorio.

Sesión de fotos con mis amigas.
Yo, Rima y Katie

En la oficina de Andrés decidieron que era mejor trabajar desde la casa, por lo que desde Marzo estuvo acompañándome y debo decir que fue una de las experiencias más ricas tenerlo cerca durante la última parte de mi embarazo. Pudo ver como Rafaella comenzó a hacerse notar en mi guata, cómo comenzó a crecer y a moverse, pero también fue muy enriquecedor para nosotros como matrimonio recién casados. Disfrutamos de la compañía del otro 24/7 aprendimos a conocernos en circunstancias bastante poco comunes y estresantes, pero supimos valorar este tiempo y disfrutarlo a concho.

Almuerzo durante la semana; Barba de cuarentena

Tuvimos la suerte de poder disfrutar al menos dos ecografías juntos antes de que empezaran las restricciones de la pandemia. A todas las consultas a las que fuimos y a las que fui yo después sola, se tenía estrictamente prohibido grabar o tomar fotos dentro, ni siquiera a la pantalla donde aparecía el bebé….. en todo caso PARA QUÉ vamos a andar con cosas, uno le toma fotos a eso y no entiende NAAAADA. Cada vez que la doctora me decía mira acá está el brazo o cualquier otra parte, yo solo sonreía porque no sabía dónde estaba o si eso era un brazo deforme jajajajajajjajaj en todo caso la mayoría de las ecografías las hace un tecnólogo, el cual está en COMPLETO SILENCIO, onda yo me hacía la graciosa para que me dijera algo sobre lo que veíamos y NADA, teníamos que esperar al médico para que él nos dijera los resultados y esos minutos de espera te pasas tremendas películas de todo lo que puede salir mal.

Visita al doctor en cuarentena

Una vez que se decretó la pandemia en NYC empezaron las restricciones, se instauró un estricto protocolo para consultas médicas, no se permitía entrar al hospital a nadie que no tuviese una hora agendada, no se permitían acompañantes, te tomaban el test antes de entrar y además debías ingresar con guantes, mascarillas y delantal a las consultas, lo más triste fue que para las mujeres que daban a luz lo tenían que hacer solas sin acompañantes. Este punto fue el que me dejó un poco bajoneada, porque me dio pena saber que quizás Andrés no iba a poder experimentar el nacimiento de su primer hijo y no es como en chile que uno puede pedirle una «paletada» y demás que alguien te deja pasar… acá ni una posibilidad era un decreto que se instauró a nivel País y que cada gobernador podía hacerle un par de cambios, pero New York fue una de las ciudades más afectadas durante la pandemia, por lo que sus medidas fueron bastante extremas.

Sesión de fotos con Andrés en la casa

Los controles de seguimientos a partir de las 20 semanas fueron pocos, porque como mi guagua venía sana no había mucho que controlar, al menos así lo planteó el doctor y así mismo fue para mis amigas, no lo sé si fue producto de la pandemia o porque acá el sistema es simplemente así, sin embargo a la semana 28 me hicieron el test para determinar si tenía Diabetes Gestacional…. yo aún esperanzada de que podía pasar colada (con tanto waffle que me zampaba al desayuno era casi imposible) y claramente NO PASE el test jajajajajajja, por lo que debían controlar y monitorear el crecimiento del bebé…. ahora el doctor me dijo que la Diabetes Gestacional puede que le de a alguien con sus niveles de azúcar normales, pero yo estaba con sobrepeso y la probabilidad de que no me diera era casi nula jajajajajajjaja ahora no se si me lo dijo para levantarme el ánimo o es real jajajajja, lo bueno es que es una condición que es reversible una vez que das a luz.

Todos los días debía tomarme muestras de sangre en ayuno y después de cada comida para controlar el nivel de azúcar, además de modificar un poco la dieta (en verdad no fue tanto, sólo porciones) y tenía controles por zoom una vez a la semana y a partir de la semana 36 debía ir una vez a la semana al hospital para una ecografía, ya que esta condición era riesgosa en términos de que pudiese adelantarse el parto o que ella creciera más de lo normal (lo cual sucedió pero nada muy exagerado) en caso de no controlarse.

Controlando el azúcar

Cada vez que salía a control era como estar en la película «Soy leyenda» o un capítulo de «The Walking Dead» era muy extraño ver la ciudad de New York tan tranquila, era como si estuviera en mute, sólo se veían policías en la calle y uno que otro transeúnte, pero el metro vacío casi increíble verlo así, después de un par de visitas ya estaba muy cansada para caminar tanto, subir y bajar escaleras, así que optamos por ir a las visitas en uber (que por lo demás acá es legal, así que ningún problema) mi sorpresa fue que al subirme a uno estaba completamente «equipado» con plásticos que separaban la zona del conductor con la del pasajero (asientos traseros), no sé si habrá sido como requerimiento de la empresa o por iniciativa propia, pero daba la sensación de más seguridad y hasta ahora se mantienen con esa lámina protectora.

Chequeo semanal en el hospital

Mi último trimestre fue básicamente estar durmiendo siestas a cada rato, comiendo waffles con nutella, viéndome todas mis series favoritas de Netflix, uno que otro programa de asesinatos o muertes sin que Andrés me pillara y horas de horas chateando con mis amigas y buscando cosas para nuestras bebés……. ah y por supuesto innumerables sesiones de fotos frente al espejo y grabaciones de cómo se movía Rafaella en la guata.

Sesión de fotos en el baño

Entrando a la semana 39 mi doctor me recomendó inducir el parto ya que Rafaella era un poco más grande de lo que se esperaba, yo con mi ansiedad la quería conmigo a la semana 20 jajajajajajjaja. Fue muy difícil controlar la ansiedad de no saber el día exacto en que iba a nacer, sin mentirles me dormía todas las noches desde la semana 36 pensando si me iban a dar contracciones en la noche y nos tendríamos que ir volando al hospital…. porque como buena ansiosa la maleta la tenía lista desde la semana 30 SIN MENTIRLES, así que era solo cosa de sentir una contracción y partir.

Agarrando un poco de color días antes del parto.

La verdad es que en mi cabeza me imaginaba todos los partos que había visto en películas, series, telenovelas, etc, pero ninguna es REAL…. osea no pueden estar más alejadas de lo que realmente pasa, partamos porque nuestra tolerancia al dolor es diferente y además (yo no tenía idea) la bolsa no siempre se rompe de manera natural y así hay un sin fin de factores que deben conjugarse para poder dar a luz…. NO ES TAN FACIL NI RAPIDO COMO LO VEMOS EN LA TELE.

Este punto fue el único que no quise saber con anterioridad y dije …. QUE SEA LO QUE SEA, porque conociéndome me iba a predisponer al dolor, las molestias, etc y para mi sorpresa me lo tomé con tanta calma que no quise planificar nada, mi intención era tener un parto vaginal, pero en caso de que estuviéramos en riesgo o que no se pudiera no me iba a oponer a la idea de una cesárea, por lo que mi plan de nacimiento fue LO QUE DIOS QUIERA.

Y así fue, como les conté mi doctor me dio fecha para el 29 de Junio para la inducción, yo tenía contados hasta los segundos que faltaban para ese día, pero Rafaella salió igual de ansiosa que la madre y el 25 de Junio en la noche comencé con molestias, en ese momento se sentían como muchas ganas de ir al baño a hacer 2, pero comenzaron a evolucionar (como los pokemones) y ya como las 3 AM le dije a Andrés que me dolía un poco y que eran seguidas, además me asusté porque había ido al baño y sangré, así que llamamos a la clínica del doctor y me dijeron que me fuera al hospital y ahí iba a estar el doctor de turno.

Último control antes del parto

Una semana antes habíamos arrendando un auto para estar preparados, ya que no quería dar a luz en el auto de alguien o en el metro camino al hospital….MIEDO REAL jajajajajjaja. Justo el fin de semana anterior habíamos hecho el recorrido en el auto para saber por donde irnos y aprovechando el vuelo de tener auto, nos fuimos a Manhattan a una pastelería Chilena que le tenía echado el ojo hace rato, pero como quedaba tan lejos no habíamos ido…LITERAL QUE ME COMPRÉ UN PASTELITO DE CADA TIPO y para bajar lo dulce un Mote con huesillo.

Último antojo antes del parto: Mote con Huesillo

Bueno, volviendo a la noche del parto (que onda lo dispersa)…. nos subimos al auto con las maletas, las mascarillas, la silla de guagua y con un dolor nivel 4, ya listos en camino nos topamos con un desvío, así que el recorrido que habíamos hecho no pudimos hacerlo, lo bueno es que como era de madrugada no había mucho tráfico, pero a esas alturas hubiera pagado por un helicóptero jajajajajajajajjaja (no sería la primera vez, otro día les contaré esa historia) hasta que después de 40 min finalmente llegamos a la clínica.

Ya en la clínica tenía que cumplir con los protocolos por el COVID y además con los requisitos para quedar internada, según yo en cualquier momento tenía la guagua, pero NOT… estaba en 4 cm de dilatación y llegar a los 10 cm pueden pasar HOOOOORAS, me querían mandar para la casa y yo casi con ataque por las molestias que tenía, pensar en que tenía que devolverme a la casa y después tener que volver, de sólo pensarlo me daba lata, pero resultó que tenía la presión alta, así que decidieron dejarme internada.

Avisandoles a la familia que ya estábamos en la clínica.

Un par de semanas antes se había levantado el decreto en donde los maridos o acompañantes no podían ingresar al parto, así que una vez que me internaron dejaron pasar a Andrés a la pieza que resultó ser giiiiigante y ahí esperamos hasta que llegó la enfermera a hacerme la mejor pregunta del mundo SI QUERÍA LA EPIDURAL en ese momento…. no alcanzó a terminar y yo ya estaba a poto pelao esperando. Después de la epidural todo fue mucho más alegre.

Desearía haberme peinado un poquito.

Cada 30 minutos podía activar la medicina para que la anestesia hiciera su efecto, al comienzo como una señorita esperando los 30 min y a medida que empezaron las contracciones más fuertes, tenía a Andrés apretando la porquería cada 15 segundos jajajajajjajajaj. Alrededor de las 8.00 decidimos contarle a la familia que ya estábamos en la clínica y que en cualquier momento podía llegar Rafaella, para nosotros el tiempo pasó volando, pero para ellos fue eterno e igual que la teletón querían saber el cómputo final de los cm de dilatación cada una hora jajajajajajajajajjajajaj en cualquier momento aparecía Don Francisco para los cómputos, a eso de las 19.00 hrs pedí que me revisaran porque sentía que ya no podía aguantar más las ganas de pujar y efectivamente estaba lista. Comenzaron a llegar las enfermeras para mí y las enfermeras para la Rafi, es increíble que está un equipo médico que te atiende a ti y otro que atiende al bebé, ahora no sé si es así en todos lados, pero a nosotros nos tocó así y fue buenísimo.

Última vez que se le vió dormir tan relajado

Cuando llegó la doctora de turno, le dijo a Andrés, que estaba muy sentadito en un sofá ahí al lado mío, que ayudara sosteniéndome una pierna, mi marido tan tierno pensó que casi era para la foto, pero ahí estuvo los 40 minutos que duró el trabajo de parto, contando y dándome ánimos y aunque le dije que no mirara la zona 0 …. OBVIO QUE LO HIZO IGUAL, hasta que a las 20:02 llegó Rafaella. Andrés cortó el cordón umbilical, me pasaron a Rafaella unos minutos y después se la llevaron para limpiarla, pesarla, medirla y tomarle fotos, luego de eso tuvimos una hora cada uno piel con piel con nuestra pequeña.

Primera selfie madre e hija

Al pasar las dos horas nos llevaron a nuestra habitación, nosotros teníamos pensado tomar la habitación individual para mayor comodidad, sin embargo por el tema del covid ahora no era posible elegir, de todas maneras nos tocó una pieza que originalmente era compartida sólo para nosotros, el único inconveniente fue que Andrés tuvo que dormir en una silla, pero bueno algún sacrificio que le toque también jajajajajajajaja.

Primer desayuno familiar

Después de dos días me dieron el alta, sin antes haber realizado el curso (que por temas covid fue online) sobre cuidado de bebés, controlar mi presión alta y del chequeo de nuestra silla para guaguas.

Que onda lo posera? Dios meeeeeeoh!

Ya felices en la casa, nada nos preparó para lo que se venía, después de tres días comencé a sentirme mal, con mucho frío y muy cansada, yo atribuía todo esto al parto, sin embargo llegué a un punto en que Andrés se asustó bastante porque tiritaba y tenía fiebre muy alta, así que volvimos al hospital en donde decidieron hospitalizarme nuevamente ya que tenía la presión muy alta, descartaron COVID, pero debían hacerme exámenes para saber la causa de la fiebre.

Rafaella y yo

Así fue como pasé una semana en el hospital después de haber dado a luz hacía un par de días, no les cuento la angustia que sentí al saber que iba a quedarme ahí y que Rafaella estaba tan pequeña y aún sabiendo que mi marido podía cuidar perfectamente de ella, yo sentía que no era lo mismo.

Rafaella acompañándome en el Hospital

Después de varios exámenes y días en observación, determinaron que lo que tenía fue preeclampsia post-parto y además una infección post-parto. Fue una sorpresa para mí, ya que nunca en la vida había tenido la presión alta, ni siquiera durante el embarazo, mi doctor que me fue a ver a penas supo que estaba de vuelta me explicó que a veces pasa esto, no es común, pero pasa… en fin, fue un susto grande que pasamos, ya que les costó a los doctores determinar qué era lo que estaba causándome la fiebre, tenía más agujeros que colador de tanta sangre que me sacaban.

Foto antes de quedarme sola en el hospital

Finalmente para darme el alta debía estar 24 horas sin fiebre, así que mientras yo estaba sola en la clínica, Andrés me mandaba cada cierto rato fotos de Rafaella y él en la casa, los extrañé un montón, pero fue rico igual tener unos días de relajación jajajajajajajajjaja me salió más caros el spa ziiiiiiiiii.

Al fin dada de Alta.

Y bueno una vez en casa las primeras semanas nos dedicamos a conocer a nuestra hija, a abrazarla hasta que se durmiera, a quedarnos horas mirándola y tratar de entender el milagro hermoso de la vida, dando gracias a Dios por acompañarnos siempre y por bendecirnos con una guagua sana y alegre, conociéndonos también como padres y partners en este nuevo camino.

Nuevamente fuimos bendecidos con la oportunidad de estar los tres juntos durante los 3 primeros meses de Rafaella, los tres meses más intensos, desafiantes, pero gratificantes de nuestra vida hasta ahora. Andrés pudo estar con ella cuando soltó su primera carcajada, cuando comenzó a balbucear, cuando pudo sostener por sí sola su cabeza, cuando pudo girarse sola, pero sobretodo verla despertar y eso se lo debemos a esta pandemia, que si bien para algunos ha sido triste y terrible por la pérdida de algún familiar o ser querido, para nosotros ha sido un tiempo de crecer y disfrutar en familia.

Lo que más extrañamos fue tener a nuestras familias con nosotros para el nacimiento y los primeros días de Rafi, pero la tecnología nos ha acercado bastante y agradecer a nuestros amigos que nos hicieron un baby shower sorpresa online… SE PASARON!

Baby Shower sorpresa

Andrés ya volvió a la oficina, va solamente una semana y después tiene dos semanas de trabajo desde la casa, en la oficina está solo, ya que se organizaron en diferentes equipos, así no tienen que estar todos juntos en la oficina al mismo tiempo y los otros hacen teletrabajo, así que durante las dos semanas que Andrés está en la casa trabajando nosotros seguimos disfrutando el día a día los tres juntos….. por ahora.

Los Díaz Soriano

Rafaella despertó de su siesta… Adios!

2 comentarios sobre “MAMÁ PRIMERIZA EN PANDEMIA

  1. Precioso relato hija mia me llena de orgullo verte convertida en una maravillosa madre, Rafitta es muy afortunada de tenerlos a ambos como padres que la virgen Auxiliadora los aconpañe siempre y bendiga el hogar que han formado te amo

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  2. Gracias por escribir este bello relato, hoy lo he compartido en mi facebook, ojalá lo disfruten, tu escrito no tan solo tiene una buena narración, si no que es alentador para muchas madres primerizas en esta época, es cierto lo que dices de los Pros, me reí mucho en lo de «aprovecha para dormir lo mas que puedas ahorita» jajajaja sobre todo cuando no se duerme muy bien durante el embarazo, pero creo que se refiere a «dormir sin la precaución que se despierta desde el día que nace el bebé porque no se puede dejar de ser madre, ya que ser abuela es ser «doblemente madre» (te hablo de tu porque tengo casi 73 años, disculpa espero no te ofenda) Me encantó. Ojala pudieras hacerlo «folleto» «historieta» que llegará a todos los rincones del mudo de habla Hispana. Felicidades, muchas felicidades por todo. Tienes madera para escribir no desistas jamás.

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